Hay una determinada edad en la vida en la que las probabilidades de recibir alguna que otra invitación de boda se incrementan considerablemente. Ya no son tus tíos, o amigos de tus padres, los que pasan por el altar. Ya no vas de paquete, con lazos enormes en el pelo y merceditas. Ya no te sientas en la mesa de los enanos… Ahora son tus amigos, esos con los que te has ido de botellón y bailado hasta las tantas, los que se vuelven serios y sientan la cabeza!
Pues bien, a mí esa edad me llegó! Y estoy encantadísima! Y a la vez más perdida que el barco del arroz! Más dudas y preguntas imposible! Y una despedida de soltera cómo va? Cuándo tengo que confirmar mi asistencia? En qué caso puedo ir con acompañante? Hago regalo o doy sobre? Y lo más importante… Qué me pongo? Que ya las merceditas va a ser que no…