Madre mía madre mía como pasa el tiempo! Que hace dos días estábamos de terracitas y en tirantes, y ya estamos pensando si sacamos la bufanda hoy o aguantamos hasta mañana… De llenito nos hemos metido en el otoño oye. Ya se ven los árboles con algún que otro tono amarillento, ya nos podemos cruzar con algún que otro puesto de castañas… Y muy a nuestro pesar, ya nos vamos encontrando algún que otro pelo de más en el cepillo cada vez que nos peinamos… No falla! Año tras año misma historia!
Y como yo ya me sabía lo que venía, esta vez decidí ser precavida. Y en cuanto vi acercarse el mes de septiembre corrí a la farmacia a por unas vitaminas para paliar un poco este proceso natural tan temido.